3 de diciembre de 2011

Somos un solo ser- Entrevista a Bruce Lipton.

Esta es la entrevista que realice para la revista Tu Mismo. Pablo Arturi


Somos un solo ser | "El 5% de las enfermedades es de origen orgánico, el 95% restante significa que no estamos en armonía con el mundo en que vivimos", destaca el Dr. Lipton

Aquello que moldea la materia y que los físicos cuánticos llaman “campo”
es el espíritu. Directo, desenfadado, el doctor Bruce Lipton nos convoca
al próximo salto evolutivo: tomar conciencia colectivamente de que
los humanos somos Uno. Dialogamos con el pionero de la epigenética




-¿Cómo comienza su trabajo, doctor Lipton?

-Mi  primer experimento, hace 45 años, fue clonar una célula madre en un plato Petri (medio de cultivo utilizado en laboratorios de investigación), dividiendo, duplicándola, cada 10 horas. Al cabo de dos semanas tenía miles de células totalmente idénticas. Las separé en tres platos Petri, cambiándoles el medio ambiente de crecimiento. Para ello generé fluidos químicos para los tres entornos ya que necesitaban un medio líquido. El primero fue de músculos, el segundo de huesos y el último de grasas. Las células eran idénticas: tenían los mismos genes, el ADN igual, lo único diferente era el medio ambiente. Fue entonces cuando observé que éste controla el destino celular. Otra prueba que hice consistió en pasar células de un ambiente bueno a otro ambiente malo. Como resultado, comenzaron a enfermar. Entonces pensé “¿qué hago para curarlas?”. Pues, simplemente volver a ponerlas en un buen ambiente. Conclusión, el ambiente determina el destino y la salud de las células.

-Nos habla de experimentos con células. ¿Qué pasa con los seres humanos?

-El humano por definición es una comunidad de 50 trillones de células, un plato Petri cubierto de piel cuyo medio de crecimiento es la sangre. La química de mi sangre la controla mi cerebro y, más específicamente, mi mente. Lo que pienso modifica la química de mi sangre. Cuando tengo miedo pongo un montón de sustancias estresantes en mi sangre. La sangre es un medio de cultivo y, como dije de mis experimentos, cuando altero el medio de cultivo, cambio el destino de las células. Si estoy enamorado libero una química distinta de cuando tengo miedo. Cada química cambia el destino de las células. La conclusión final es muy simple: mi mente, mis pensamientos, controlan mi cerebro, que a su vez controla la química que controla el destino de las células. Es decir, la mente controla el cuerpo.

-¿Por qué enfermamos?

-Sólo un 5% de las enfermedades es de origen orgánico, el 95 % restante significa que no estamos en armonía con el mundo en que vivimos. Son enfermedades de no-armonía. El sistema inmune interfiere. Dirás “¡pero yo no creé esto!”. Tu mente consciente no, pero tu mente subconsciente sí. Por eso la gente tiene que tomar conciencia y dejar de ser víctima.

-Si enfermamos, ¿qué debemos hacer?

-Algo importante: recuerda que si pones las células de un entorno bueno en uno malo y se enferman no hay que darles drogas porque basta con devolverlas a un entorno sano. Lo mismo resulta válido para el cuerpo humano. Si llevo mis células de un entorno bueno a uno malo, ¿qué drogas tomo? Ninguna, sólo vuelvo a llevar las células a un entorno bueno y mi cuerpo se pondrá sano.

-¿Cuál es un medio bueno para el cuerpo?

-Lo que piensa la mente está creando el medio ambiente. Si mi mente tiene miedo, el “plato Petri” que está debajo de mi piel cambia, cortando el crecimiento y afectando el sistema inmune. Por eso enfermo. La química del estrés destruye el ADN y las células del cuerpo. La química del amor, en cambio, es una química de salud y crecimiento. Cuando una persona se enamora su organismo está fuerte, sano, tiene energía.

-En sus libros habla de epigenética y control epigenético. Díganos qué es esta rama de la ciencia.

-Es la nueva ciencia. Epi significa “sobre”. Control epigenético quiere decir controlar los genes: la mente. Puedo cambiar mis genes, puedo cambiar mi mente. Soy poderoso, puedo cambiar mi biología, mi salud. No soy víctima de mis genes, en todo caso lo seré de mis creencias. Y ya que puedo cambiar mis creencias, también puedo controlar mis genes. La vieja ciencia dice que tú eres una víctima, tienes que ver un médico y tomar medicamentos. La nueva ciencia afirma que puedes cambiar tus creencias porque ellas controlan tu biología. Tú eres libre de cambiar tus creencias.

-También se refiere al cáncer.

-Sólo el 10% del cáncer es genético, el 90% restante se debe al estilo de vida. El cuerpo es un espejo de la mente: un cuerpo enfermo es una mente enferma, un cuerpo sano es una mente sana. Esto es importante porque la mayoría de la gente cree que el ADN controla sus vidas. Piensa “yo no elegí los genes, mi familia me dio los genes, no me gustan las enfermedades, no puedo hacer nada, soy una víctima...”, persuadida de que no puede hacer nada al respecto. Esto quita poder porque perdemos el control, convencidos de que eso es genético.  Si un médico te dice que tienes un cáncer, que morirás en 6 meses y le crees, así sucederá; si no tienes cáncer, lo crearás.  Esto es lo que se llama efecto placebo. Del mismo modo, una creencia positiva crea una curación. No una pastilla, que es de azúcar, sino una creencia. Pero igual de importante es que una creencia negativa te lleva a lo contrario. No se habla de lo poderosas que son las creencias negativas: lo que la gente cree, lo que publican los periódicos, el miedo que transmite la TV...  Esa química te matará. Apenas el 5% de las enfermedades son orgánicas, genéticas, el 95% corresponde a los pensamientos.

-Usted dice que el medio altera las células, pero también que las creencias lo hacen en el caso humano. ¿Cómo?
Como dije, tenemos 50 trillones de células. Mis células de los intestinos no pueden ver el medio externo, ni los pulmones… ¿Cómo saben qué pasa? Entre el medio externo y las células está el cerebro, cuya función consiste en “ver” el medio y transmitir lo que pasa a las células. La idea original del cerebro fue comunicar el medio ambiente a un gran número de células hasta que empezó a ser creativo. Si te pregunto qué harás la semana que viene y me respondes, usas tu cerebro creativo ya que estás creando tu futuro. Si mi visión es acertada, mi visión del ambiente es acertada con lo que estoy viendo. Pero si creo una visión inexacta, utilizando pensamiento negativos, las creencias distorsionan las percepciones. Si tenemos una creencia negativa, deformamos las señales, enviando información incorrecta a las células y por eso enferman.

-¿Podemos estar en un ambiente tóxico y no enfermar?

-En uno de mis libros hablo de una gente a la que llamo “loca”, muy religiosa, que vive en el sur de Estados Unidos. Ellos hacen lo que denominan “testificar”, demostrar que Dios los protege. ¿Cómo? Juegan con serpientes y arañas venenosas. Algunos inclusive beben veneno puro y dicen “si Dios me protege, no pasará nada”. Obviamente, deben tener unas creencias muy poderosas. Entonces te contesto: sí, puedes vivir en un ambiente tóxico y, si estás en armonía con tu cuerpo, él te cuidará. Hay personas que beben veneno, otras caminan sobre piedras ardiendo, conocemos casos de madres que tras un accidente automovilístico ven a su hijo debajo del coche y consiguen mover el vehículo para salvarlo. ¿Cuán poderosos somos los humanos? Tanto como lo que creamos, pero nuestro sistema de creencias dice que no lo somos y nos mantiene alejados de serlo. Jesús dijo que podemos renovar nuestra vida con nuestras creencias, tú puedes curarte a ti mismo con tus creencias. La nueva biología dice lo mismo. La única pega es que creemos que somos débiles.

-¿Pero cómo cambiamos nuestras creencias o las emociones vinculadas con las creencias?

-La función del sistema nervioso es leer el medio e informar a las células. Es lo que se llama percepción. La mente interpreta esa percepción. Por ejemplo, alguna gente puede comer chile y otra no. Unos tienen la interpretación de que “esto está bueno” y  otros “esto es malo”. La misma percepción, distinta respuesta… aprendida. La mente controla mi respuesta. Aquí es donde está el problema: en realidad hay dos mentes. La mente consciente, que te conecta con tu espíritu, tu identidad, es la creativa. Y la otra mente, la subconsciente, que graba y repite todo, se basa en el hábito. Si te pregunto qué vas a hacer mañana, tu mente consciente viaja al futuro; si te pregunto qué has hecho ayer, viaja al pasado; si planteo cuál es la raíz cuadrada de 2, ella calcula. La mente consciente está siempre viajando al futuro, al pasado, soñando despierta. Pero la mente subconsciente se encuentra en el presente. ¿Por qué es importante?, porque tu mente subconsciente tiene tus hábitos de vida. Si tu mente consciente piensa en algo, tu mente subconsciente se hace cargo. Tus hábitos invisibles controlan tu vida.
Por ejemplo, tú sabes conducir. Estás conduciendo y tienes una conversación interesante con alguien en el coche. Has estado enfrascado en la charla hasta que miras por la ventana y te das cuenta de que han pasado minutos. ¿Quién condujo todo ese tiempo? Tu mente subconsciente. Ella es millones de veces más poderosa que la consciente, es la mejor mente para conducir. Cuando tu mente consciente va a cualquier lado, tus hábitos se hacen cargo. Aquí está una clave, la ciencia dice que estamos presentes con la mente consciente el 5% del tiempo. Tu parte creativa, tus deseos, lo que tú quieres de tu vida, es tu mente consciente.  Los hábitos fundamentales fueron cargados en tu subconsciente cuando eras un niño observando a tus padres, tu familia, tu cultura, aprendiendo a cómo actuar. Los hábitos fundamentales en tu mente no son tuyos, han venido de otras personas. Si sólo estas operando consciente el 5 % del tiempo, quiere decir que en ese 5 % haces lo que quieres, el restante están actuando los hábitos que provienen de otra gente.
Tu seguro tienes un amigo cercano que conoces como actúa muy bien y conoces a sus padres. Un día le dices: “sabes que Phill actúas igual que tu padre”. El te mira y se pone furioso: ¿cómo puedes decir eso? El no puede ver que esta imitando a su padre como cuando tú conducías el coche y no veías que pasaba en el camino. Teniendo en cuenta estos dos ejemplos: no somos conscientes de lo que hacemos, ni de nuestras conductas repetitivas!

La mayoría de la gente va por la vida diciendo “controlo, sé lo que quiero, pero no sé por qué no funciona si tengo buenos deseos”. Ello se debe a que tu mente consciente está activa sólo el 5% del tiempo. Siempre viaja y cada vez que lo hace, el subconsciente se hace cargo y tú no lo ves. Es decir que el 95% de tu conducta es invisible para ti. Los psicólogos te dirían que la mayoría de esas conductas son negativas y debilitantes: tú no puedes esto, no puedes aquello. Ni siquiera es tu programación sino la de otra persona.

-¿Cómo puedo tener al subconsciente como amigo y no como enemigo?

-Al ser conscientes de que no vemos nuestras propias conductas, llegamos a un tema muy profundo: no veo mi propia conducta, ni las personas ven lo que hacen. Hay una frase de Jesús al respecto: “Perdónalos, no saben lo que hacen”. Si pienso que el 95% de mi conducta viene de un programa que repito pero no veo, puedo perdonarme porque tomo conciencia de que he estado “ejecutando un programa” sin darme cuenta, y por lo mismo también puedo perdonar a los demás… ¡Espera un minuto! Ninguno de nosotros realmente sabe lo que hace la mayor parte del tiempo ya que la mente consciente y la subconsciente no están en el mismo lugar. Realmente no soy quien quiero ser. ¿Me doy cuenta? No. ¿Lo ven los otros? Tampoco. Mi mente subconsciente fue programada por mis padres y el entorno cultural, y sólo el 5% del día mi mente consciente, mis anhelos, toman el control. ¿Vivimos la vida que queremos o la que hemos sido programados? Deberíamos dejar atrás la historia, porque la historia muestra que nadie sabe lo que estaba haciendo. ¡Necesitamos un perdón global!

-¿De qué modo aprende la mente subconsciente?

-Las dos mentes aprenden en forma totalmente diferente. La mente consciente es creativa y dice “voy a leer un libro de autoayuda” y mientras lo lee, comenta “¡oh, sí!, ¡claro!”. Pero después de leerlo, ¿tu vida cambió? No. Si quiero educar al subconsciente debo hacerlo de dos maneras: los primeros aprendizajes suceden hasta los 6 años, con bajas frecuencias cerebrales (ondas theta). Para hacer esos mismos aprendizajes, de adulto, debes volver a grabar en la misma frecuencia, o sea bajo hipnosis, con cintas subliminales, cuando te vas a dormir, etcétera. La segunda manera de aprender es por repetición, hábito. Si lees un libro una vez, o vas a un curso una sola vez, eso no es hábito, no afecta para nada. Para aprender a conducir has practicado una y otra vez. El hábito es un programa de repetición, como cuando aprendes el alfabeto. Aquí introduzco el concepto budista de mindfullness (atención plena): si puedo mantener mi mente consciente en el momento presente bastante tiempo, cuando tomo una decisión tengo presente mi conciencia, deseos, anhelos. Si esto lo mantengo por un periodo de tiempo, voy creando un hábito. Hay otras técnicas, según mi percepción, como la nueva psicología llamada Energy Psicology, mediante la cual se genera un súper aprendizaje. Para algunas personas funciona, para otras no.

-¿Podríamos afirmar que la conciencia es una evolución del subconsciente?

-Cuando te conviertes en un ser consciente puedes hacer evolucionar el subconsciente. Y aquí permíteme comentar que a la teoría evolutiva de Darwin le faltó un eslabón en su postulado, que es la tendencia a la comunicación: cuando un organismo es creado intenta conectarse con otros del mismo tipo. Primero tienes un organismo único, después organismos que se apoyan mutuamente creando una comunidad, y por último la comunidad es tan grande que se especializa. Vamos de un organismo simple a otro más complejo. Ahora lo que está evolucionando no es el cuerpo humano, eso ya está hecho. Evoluciona la inteligencia que dice “todos somos uno, somos una comunidad de humanos”. La comunidad de humanos integrados y organizados creando algo nuevo llamado super organismo, donde el humano es la célula del cuerpo de algo tan grande que no podemos verlo llamado Humanidad. 
La humanidad es un organismo tratando de evolucionar.  Ahora mismo “las células” están luchando unas con otras. Es lo que en el cuerpo se denomina enfermedad autoinmune, autodestrucción.
¿Pero cuándo evolucionará? Cuando los humanos tomemos conciencia de que somos células de un organismo más grande. En este momento la civilización está recibiendo una llamada para despertar. No se trata de cambiar el físico, sino la mente. Si no hacemos esta evolución ya mismo, los científicos nos han dicho que estamos destruyendo nuestro planeta y nuestras células se extinguirán. Estamos enfrentando la extinción. ¿Debemos cambiar al ser humano? No, hay que cambiar la conducta. En este momento la civilización humana está recibiendo una llamada de despertar: “se están matando entre ustedes y el planeta en su competición. La evolución no es pelear entre ustedes, la evolución es reconocer que son una sola cosa.”

-Señala usted que deben caer todas las estructuras. ¿Por qué?
-Las estructuras que hemos creado y sostienen el mundo, actualmente lo están destruyendo. Para sobrevivir hay que romper las estructuras porque no mantienen nuestra supervivencia en su forma actual: gobierno, políticos, economía, sanidad, religión, educación. Estas estructuras nos han servido para llegar hasta este punto, pero si las conservamos nos llevarán a la aniquilación. Debemos realizar una evolución más sostenible. Cuando escuchas las noticias del euro en Europa, del dólar en EE.UU., de la libra en Reino Unido, la gente entra en pánico porque todo se derrumba y piensa “es el fin del mundo”. ¡No! Eso es el miedo. Todo debe caer para que podamos sobrevivir, ello es lo que está causando el problema. Las nuevas formas deben basarse en la sostenibilidad, incorporando a todos los humanos del mundo. En lugar de estar en pánico, si tienes conciencia, ésta es la salvación de la humanidad, dando la bienvenida a este colapso, no focalizándose en él sino en lo que vendrá después ya que la nueva visión es la salvación de la raza humana. Es la llamada de despertar ahora mismo: Despierta o mueres. Si no lo hacemos desapareceremos, no es la primera vez que pasa. Es nuestra oportunidad de tener éxito donde otros no lo han logrado y creo que la comunicación global que da Internet, por ejemplo, es una clave para el éxito de la evolución.

-El Dalai Lama expresa que la forma más inteligente de ser egoísta es ser compasivo, ya que el mayor beneficiario es uno mismo.

-Claro, esto es importante. Algunas personas piensan que si dan, se quedan sin nada, pero el mundo es interdependiente. ¡Disfruta! Eres un ser especial, este es un lugar especial, este es un jardín de creación. El mensaje es aprendemos a cooperar o se nos pedirá que “abandonemos el jardín del Edén”, que es este planeta. Una llamada de despertar de la naturaleza. Si te das cuenta del objetivo de esta evolución, crearemos el cielo en la Tierra, algo muy hermoso.

-¿Qué dice la física cuántica ante lo que está sucediendo?

-La física remite a mecanismos, por los cuales se explica cómo funcionan las cosas. La física cuántica remite a mecanismos cuánticos, mientras que la física newtoniana lo hace con mecanismos newtonianos. La ciencia con la que hemos vivido es la newtoniana. La nueva física cuántica dice que hay algo llamado materia hecha de energía que es invisible. En la nueva física la energía es lo primario y la materia lo secundario. Un átomo, desde el punto de vista cuántico, son pequeños tornados de energía. Por lo tanto, debemos dejar de focalizarnos en lo físico y pasar a la energía. Esto invisible es lo que la física denomina “el campo”. ¿Cuál es la definición de campo? Fuerza invisible en movimiento que moldea la materia. ¿No es lo que llamamos espíritu? Campo y espíritu son lo mismo. El mundo físico es un reflejo del mundo energético. Si quieres entender, debes comprender dos físicas: la newtoniana sigue siendo válida, pero debes sumar la cuántica, que explica lo invisible. La evolución nos está trayendo la conciencia. ¿Y qué es la conciencia?, energía. 

-¿Cuál es el rol de los laboratorios farmacéuticos?

-La creencia en los laboratorios está basada en la física newtoniana, no encajan en la física cuántica. Muchas sanaciones energéticas durante años han sido más efectivas que las medicinas. La industria farmacéutica es una corporación que tiene como objetivo hacer dinero. Vende medicinas para ganar dinero; si alguien se enferma, gana dinero. Por definición, no es humanitaria. Además, si crea una droga que cura no es rentable porque se acaba el negocio. Por eso los laboratorios tienen medicinas muy efectivas, aunque no las comercializan porque sería perjudicial para su negocio. Ellos pueden venderte una medicina que saben que te matará porque tienen una ecuación de rentabilidad entre curar o no. Por ejemplo, Prozac es una de las medicinas más vendidas, pero está comprobado en laboratorios que su efectividad es igual a la de una cápsula de azúcar. O sea que se hacen millonarios vendiendo “azúcar”. Según otros estudios, muchas pastillas para el colesterol no sirven para nada. Estas empresas crean enfermedad para ser más rentables, pero en el futuro todo el negocio médico no lo será. La medicina debe ser humana y compasiva.


Quién es

Bruce H. Lipton es un líder internacionalmente reconocido en la construcción de puentes entre ciencia y espíritu. Biólogo, pionero en la investigación con células madre y precursor de la epigenética, desarrolló una técnica de tejido de trasplante experimental junto al doctor Ed Schultz, utilizado como una nueva forma de ingeniería genética humana. Sus estudios en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford entre 1987 y 1992 hicieron posible constatar las vías moleculares que conectan mente y cuerpo. Así demostró los mecanismos por los que la mente controla las funciones corporales, y sugirió la existencia de un espíritu inmortal. Actualmente da conferencias y talleres por todo el mundo. Es autor de “La biología de la creencia” y “La biología de la transformación”, traducidos al español, además de otros libros publicados en inglés. 

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